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EL BOCIGANO

EL BOCÍGANO EN EL SIGLO XIX

EL BOCÍGANO EN EL SIGLO XIX

Tras 1833, como he señalado, se hizo la distribución general de términos municipales de España. Para entonces, Bocígano fue cabecera de municipio y se le dieron los límites que ha conservado hasta nuestros días.

La vida en Bocígano seguía en el siglo XIX más o menos igual que siempre, pero lógicamente se empezaban a ver cambios y mejoras que iban haciendo que en el recóndito pueblo de montaña se viviese con más comodidad. Una de las mejoras fue la aparición de la escuela.

Hacia 1850, Bocígano era así: Cabecera del Ayuntamiento cuyo término municipal medía 13 leguas. Pertenecía al Partido Judicial de Cogolludo del que distaba 7 leguas. Asimismo, pertenecía a la Audiencia Territorial de Madrid del que distaba 23 leguas.

El término limitaba al Norte con Riaza y Riofrío de Riaza (Segovia), al Oeste con El Cardoso de la Sierra y La Hiruela y al Este con Colmenar. En lo eclesiástico, Bocígano pertenecía a la Diócesis de Toledo y a la Vicaría General de Alcalá de Henares, de la que dista 17 leguas.

Las enfermedades más comunes eran el dolor de muelas y el reuma.

Tenía entonces el pueblo 70 casas, más un ayuntamiento, la iglesia y una escuela de niños de primeras letras, a la que solían acudir 20 niños y niñas. Estaba dotada con 130 reales para su sostenimiento económico.

La iglesia parroquial era la misma de siempre y que hoy conocemos: Santa María la Blanca. Estaba entonces servida por un párroco. También se dice, que dentro del término se encontraban fuentes de muy buenas aguas, las cuales aún funcionan hoy día.

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Entonces se seguía haciendo carbón vegetal con las ramas y leña de los abundantes bosques de roble y brezo.


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Los caminos que había entonces eran los que conducían a Riaza y Buitrago. ¿Carreteras?; imposible que en un terreno tan severo las hubiese entonces. Para ir a los pueblos inmediatos como Colmenar, Cabida o Peñalba había simples veredas en mal estado. Se viajaba a pie o en burro.

Respecto a la comunicación Bocígano con otras comarcas y provincias, el correo se recibía los sábados en la administración de Buitrago de Lozoya. Quién quisiera recoger una carta, debía trasladarse en burro o caballo hasta Buitrago para buscarla. Del mismo modo, quien quisiera enviar una carta a alguien, los sábados debía marchar a depositarla en la administración de correos de Buitrago.

La industria se reducía a un sólo molino harinero, lo cual sorprende, pues apenas cien años antes, funcionaban muchos. También estaba el carboneo.

La población de Bocígano era ya de 290 habitantes en 1850. El capital de producción era de 1.636,300 reales y pagaba de impuestos 69,993 reales.

Durante el comienzo del siglo XIX observamos que tanto Bustar como La Hiruela Vieja desaparecen del mapa sin dejar rastro. En 1850 ya es imposible encontrar ningún topónimo o dato sobre ellos. Debieron despoblarse y arruinarse por completo, pues no figuran ni siquiera como despoblados anejos a otros. Respecto de Santui, se le cita como caserío. Peñalba y Cabida constituían ya sendos ayuntamientos independientes.

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La vida siguió hasta nuestros días en Bocígano. Las circunstancias y situación municipal siguieron siendo las mismas.

En 1900, la población de El Bocígano era de 279 habitantes. En 1940 se construyeron un edificio nuevo para el ayuntamiento y las escuelas.

Hacia 1958, la situación de El Bocígano era la siguiente: En lo jurídico seguía perteneciendo al partido de Cogolludo. En lo eclesiástico pertenecía ya a la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.

El término municipal medía 43,90 km2. de extensión y lindaba con los de La Hiruela, El Cardoso, Riaza, Riofrío, Colmenar y Peñalba.

Ya se había arreglado y mejorado la carretera que conduce a Buitrago a través de El Cardoso, Montejo de la Sierra y Gandullas.

El agua se recogía ya de una fuente situada en la plaza, la cual provenía de un manantial. Actualmente dicha fuente sigue en el mismo lugar.

Se contaban un total de 1.500 hectáreas de árboles (robles, brezo, etc.). La fauna era la que siempre ha abundado por aquí; zorros, lobos, jabalíes, conejos, perdices...

La agricultura de regadío y secano en pequeñas parcelas seguía teniendo importancia, así como el ganado lanar y vacuno.

Respecto a la industria, en éste año de 1958 funcionaba aún un molino de pienso de los tradicionales. Había ya dos tabernas en las que se vendían además muchos otros objetos de uso cotidiano, como es usual en los pueblos pequeños.

En cuanto a las comunicaciones, aparte de la recién arreglada carretera, el coche de línea más cercano paraba en Montejo de la Sierra, a 20 kms. Había también a nivel local dos bicicletas de propiedad particular, pero que es de imaginar que para determinados casos las usaba cualquier vecino pidiéndolas prestadas a sus dueños.

El servicio de correos estaba atendido por un "peatón" que debía ir a recogerlo a la administración más cercana y llevar periódicamente las cartas a Bocígano.

Estaba Bocígano formado por 75 edificios, 47 de ellos destinados a vivienda. En cuanto a los caseríos diseminados, eran en total 11 construcciones entre viviendas y corrales. Había en el pueblo además una posada para alojamiento de transeúntes viajeros. También estaba la escuela mixta, emplazada en el edificio nuevo, construido en 1940. Bocígano estaba atendido por un médico y en la iglesia un párroco. El total de habitantes en 1958 era de 200.

1 comentario

jose -

La Hiruela vieja no se despoblo hasta los primeros años de la decada de los 50 del S. XX.
En cuanto a los toponimos, existe un arroyo Bustar y unos corrales denominados de Pinarejo.