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EL BOCIGANO

LAS FAMILIAS Y POSESIONES EN BOCIGANO HACIA 1750

LAS FAMILIAS Y POSESIONES EN BOCIGANO HACIA 1750

En el Catastro del Marqués de la Ensenada se recoge a todos los vecinos de El Bocígano y sus esposas e hijos, e incluso a los criados. Ello nos muestra una serie de aspectos y curiosidades que nos acerca a conocer un poco más a los habitantes del pueblo de entonces.

Vemos que los apellidos se repiten con frecuencia, siendo lógico, en un pueblo tan pequeño. Por ejemplo, hay un dato curioso, y es que en muchas familias, los hijos son a veces un poco "tardanos", es decir, que los padres los tienen a una edad un poco avanzada. En otras familias, como era usual en épocas antiguas, se tienen muchos hijos, el primero nace siendo los padres muy jóvenes y el último cuando los padres son mayores.

Pongamos por ejemplo a la familia Serrano: Juan Cruz Serrano, labrador, de 40 años de edad, estaba casado con Ana Alonso, de 31 años. Sus hijos eran: María, de 3 años y Manuela de medio año. Aquí vemos la amplia diferencia de edad entre el marido y la mujer, pero también hay que advertir que las edades mencionadas en los catastros de éstas épocas nunca son exactas, excepto las de los niños, porque en aquella época era difícil llevar la cuenta de la edad de uno, pues el modo y circunstancias de vida hacían que se perdiese el interés y la atención hacia el año en que uno nació, que acababa muchas veces por olvidarse. Para elaborar los catastros, simplemente se les preguntaba oralmente a las personas. Tan sólo la verdadera edad de los habitantes estaba registrada en los libros de bautismo de la iglesia y quizá más de uno se llevase una sorpresa al ver en uno de ésos libros su edad y el margen de error de la que él se atribuía. Los niños, por ser su edad más corta, era más sencilla recordarla.

Así vemos por ejemplo el exagerado caso de la familia de Francisco Espinosa. En el registro se cita a D. Francisco Espinosa, labrador, de 75 años, casado con María Pérez de 67, con una hija de 21 años y un hijo de 19. Parece muy raro que la mujer tuviese a éstos sus primeros hijos con más de 55 años de edad. Seguramente se trata de alguno de los mencionados errores en la cuenta de las edades.

Una de las familias con varios hijos es la de Antonio Pérez, labrador de 46 años, casado con Antonia Vicente, de 44. Sus hijos eran Salvador, de 14 años; Antonio, de 6; Angela, de 10 y Juana, de 8. Y como éstas, otras muchas familias con varios hijos de edades comprendidas entre 0 y doce años.

Bocígano tenía una considerable población infantil. En aquella época se necesitaría una escuela de primeras letras para enseñar a los niños a leer, escribir, etc. No tenemos noticia sobre que hubiese ningún maestro en ésta época (1750) ni en El Bocígano ni en ninguno de los otros pueblos lindantes, pero había para atender todos los pueblos 3 sacristanes. Uno vivía en Colmenar, otro en Bocígano y el otro en Peñalba. En aquella época y particularmente en un lugar recóndito como ésta zona, los sacristanes eran los que en muchos casos, se ocupaban de enseñar a leer, escribir, sumar, etc. a los niños de los pueblos, también el cura párroco desempeñaba ésta tarea en los pueblos en los que no había maestro o era difícil mantenerlo con el dinero del Ayuntamiento y limosnas de los padres.

Para ofrecer algunos datos más sobre familias de Bocígano en el Siglo XVIII, citaré algunas más:

  • Marcos García, labrador, 49 años, casado con Francisca Serrano, de 46; hijos:, Bernardo, 23 años (trabajaba cuidando ganado), Agustín, de 17 años, Francisco, de 20 y Misericordia, de 14.
  • Familia de Juan Fernández, labrador, 33 años, casado con Manuela Fonseca, de 26, hija: Juana, de 4 años.
  • Familia de Joaquín Serrano, de 36 años, casado con Mariana Rodríguez, de 36, sin hijos.
  • Familia de Juan López, labrador, de 58 años, viudo, hijos: Marcos, de 23 años, Pastor, de 12 años, Juana de 20 años y Eugenia de 15.
  • Familia de Francisco Hélices, casado con Paula Serrano, hijos: Marcos de 12 años y Gabriel de 4 años.
  • Familia de Alonso García, labrador de 40 años, casado con María Diez, 40 años, sin hijos. Tenían un criado que se llamaba Jerónimo, de 15 años.

El concepto de "criado" lo debemos entender como "empleado para cuidar huerta y ganado".

Lo más seguro es que Jerónimo fuese huérfano y viviese en casa de Alonso y María, quienes lo cuidaban como si fuese de la familia.

En El Bocígano había un total de 58 familias en 1750.

Un pequeño huérfano: León Díez

Uno de los 52 vecinos "pecheros" de Bocígano era León Diez, de 12 años que se le cita como "soltero". Este niño pasó a ser contado como "vecino" porque sus padres, que se llamaban Manuel Diez y Catalina Fernández habían fallecido, dejándole a él y a sus dos hermanos con una buena herencia de tierras y una casa en el pueblo.

Al ser aún muy joven, León tenía como tutor a su hermano Juan Diez, de 30 años, casado con Bernarda Vicioso. El matrimonio no tenía hijos. Es muy posible que León viviese en su misma casa con ellos. La casa de Juan y León Diez está repartida por la herencia de sus padres, y a su vez con su hermana de 15 años.

La casa propiedad de León Diez está descrita así: "2 cuartos en bajo y cámara en alto. Linda con la calle Real y con la Callejuela".

Juan Diez nos describe la casa así: "Tiene dos partes: Vivienda en bajo, una cocina, caballeriza, un guardo, la mitad de la cámara y la mitad del portal es lo que me tocó a mí". Lo cual indica que la casa de Juan está repartida entre otros: su hermano León y la hermana de 15 años. Lo difícil de averiguar es dónde vivía cada uno, pues en el catastro se menciona la posesión. Lo más seguro es que León Diez, al tener a su hermano como representante legal y tutor, viviese con él y con la mujer de éste.

León Diez, a sus doce años era en 1750 el "vecino pechero" más joven de Bocígano.


Una observación curiosa

En el catastro de la Ensenada se ve que pese a lo pequeño del pueblo, a su situación recóndita, etc., los habitantes en su mayoría saben escribir y firmar con su nombre, en una época en que el analfabetismo era muy alto entre la gente rural.

Hubo quien a primeros del siglo XX observó que en las zonas de clima duro, el analfabetismo era más bajo que en las zonas llanas. No puede asegurarse con certeza, pero puede hacerse un estudio que analizase el porcentaje de personas que sabían leer y escribir en Bocígano y si era alto o bajo con respecto a otros lugares, etc. Lo que parece seguro es que los niños de Bocígano estaban bien atendidos en su educación de letras y números allá por entonces.

3 comentarios

E. Díez -

Hola. En donde se puede ver la lista completa de las familias de Bocigano. Mi antepasado de apellido Diez nacio alla en el ano 1844 y se mudo a Cuba. Quiero saber si es posible econtrar mas sobre la familias de Bocigano.

Juan -

Efectivamente, en esos archivos aparecen varias veces las familia Vicioso o Palomino y otras, que aun existen hoy por alli. Un saludo.

Desdecendiente -

Me ha encantado leer todos los datos que recopilas en el libro. Solo decir que de Los Vicioso aún hay descendientes en Bocígano, de hecho mi abuela se apellida Díez Vicioso, asi que aún quedamos algunos tras los siglos :)